Mundo Social

Inauguro nueva sección en Serendypia: #MundoSocial.

Pienso que esta sección estaba implícita en los contenidos desde la creación de la web. De hecho, durante estas semanas en las que he estado haciendo las entrevistas ‘Instagram Live #yomequedoencasa’ ha quedado más que evidente. Estoy hablando con varios profesionales del «mundo social». De hecho, comencé la serie el 18 de marzo entrevistando a Ruth Capdevila, Trabajadora Social, actualmente Directora del SARA (Servicio de Atención, Recuperación y Acogida) de l’Ajuntament de Barcelona.

El #MundoSocial forma parte de nuestra vida aún sin ser conscientes de ello. Somos seres sociales. Nos necesitamos unos a otros, y la asistencia social, aunque no la necesitemos o utilicemos a nivel «oficial», ni seamos profesionales de ella, está implícita en nuestra vida diaria.

Profesionalmente hablando, el Mundo Social llegó a mi vida «por obligación» en 2012. Yo no quería que eso pasara. Quería seguir trabajando donde lo hacía. Aunque era una posición en la que no me sentía realizada para nada, sí que era un trabajo cómodo y fácil. Tenía mi pequeño grupo de amig@s, que se convirtió en una familia, y mi trabajo era sencillo y no me ocasionaba problemas.

«Serendypias» de la vida, fui a parar a un EAIA en septiembre de 2012. Intenté negarme. Me resistí a ello. Pero no lo pude evitar. Tuve que empezar a trabajar allí. No tenía ni idea de lo que era un EAIA. Descubrí que los EAIAs son los Equipos de Atención a la Infancia y a la Adolescencia del Ayuntamiento de Barcelona. Su objetivo es proteger a los niños y niñas que se encuentran en situaciones vulnerables. Son equipos que forman parte del Institut Municipal de Serveis Socials, ente público que trabaja para garantizar los derechos sociales y necesidades básicas de las personas.

Trabajar en un EAIA cambió mi vida en todos los sentidos y, desde entonces, mi conciencia del Mundo Social ha despertado. Trabaje allí como administrativa durante casi cinco años; y actualmente soy secretaria de la gerente del IMSS. No soy trabajadora social, ni psicóloga, ni pedagoga, ni directiva. Simplemente les doy apoyo en las tareas administrativas. Desde 2012, me siento como una «observadora activa» del Mundo Social, algo así como el personaje de Mark Cohen en RENT.

Llevo casi ocho años observando de cerca el trabajo de mis compañeras (hay muchas más mujeres que hombres en el campo social) y aprendo de ellas. Las admiro. Me enorgullezco de ellas. (De la mayoría, claro. Como en tod@s lugares, hay de todo, pero abunda la excelencia. Sin duda. O como mínimo, intento fijarme en ella).

Me encanta observar cómo cuidan a los usuarios, cómo se preocupan por ellos, como incluso les llegan a quitar el sueño porque les cuesta desvincularse de sus problemas una vez finaliza su jornada laboral. Son mujeres luchadoras. Luchan por conseguir el bienestar de las personas que acuden a ellas a pedirles ayuda. Tienen un corazón enorme y un alma guerrera. Son guerreras en pro del amor y de la justicia.

AMOR X AMOR une la cultura con el mundo social

Con el tiempo me he dado cuenta de que el nacimiento de AMOR X AMOR en 2017 hizo que uniera por primera vez mi pasión por la cultura, por la música y por los musicales con el mundo social. Que AMOR X AMOR fuera un concierto benéfico surgió «de casualidad» (de hecho, fue Julia Jové quien me lo sugirió). Pedí colaboración a mis compañeras del EAIA, y me sugirieron colaborar con la Fundació ISOM ese mismo año, una entidad que trabaja con los niños y adolescente en situación de riesgo y que gestiona dos CRAEs en Barcelona (centros residenciales donde acuden los niños y adolescentes en situación de desamparo).

A partir de ahí, decidimos cada año colaborar con una entidad diferente. Entidades no demasiado grandes ni mediáticas, que trabajaran en sectores diferentes y que tuvieran más dificultades para conseguir recursos económicos. Así, en 2018 colaboramos con Refugees Welcome (inmigración), en 2019 con la Fundación Aroa (mujeres maltratadas), y en 2020 con la Obra Social Cor de Maria (Tercera Edad).

Desde hace un par de años estoy obsesionada con la vinculación entre la cultura y el mundo social. Pienso que unir los dos mundos beneficiaría a ambas partes y, en consecuencia, la sociedad en general saldría ampliamente beneficiada.

Mi experiencia gestionando AMOR X AMOR me ha hecho ver que los profesionales de las artes escénicas tienen devoción hacia el mundo social. Están interesados en colaborar con cualquier iniciativa que ayude a las personas más vulnerables y necesitadas. No hay más que ver la gran cantidad de conciertos y actos benéficos que se están realizando estos días.

A la vez, las personas vulnerables tienen hambre de cultura. La necesitan de la misma manera o más que el resto de la humanidad, lo que pasa que, al no tener cubiertas sus necesidades básicas, no se pueden permitir el lujo de consumir cultura tanto como realmente la necesitarían. Muchas veces no tienen acceso a ella y, otras veces, aún no han descubierto sus beneficios porque nadie les ha invitado a acceder a ellos.

El año pasado, Neus Pociello, directora de la Fundació Aroa, me expresaba su emoción y su agradecimiento por haber dedicado el AMOR X AMOR de ese año a colaborar con las mujeres con las que trabajan ya que, según me contó, el hecho que tantos artistas profesionales dedicaran todo su esfuerzo a cantar para ellas una única noche les ayudó a aumentar su autoestima. La ayuda no era tan sólo económica, era también emocional y, a la vez, les dábamos visibilidad. Se sentían importantes.

Hace poco, antes del confinamiento y después de la última edición de AMOR X AMOR, estuve haciendo un café con una amiga y no paré de llenarle la cabeza con diferentes ideas sobre cómo se podría vincular el mundo de la cultura con el mundo social. Pero claro, tal y como le comentaba, no sabía (ni sé) cómo materializarlas, ni qué forma darles.

Ahora me acabo de dar cuenta que una forma de hacerlo es abriendo esta sección en Serendypia.

Otros proyectos culturo-sociales

Mi amiga me habló del proyecto Apropa Cultura, que nació en 2006 «con la voluntad de mejorar la vida de las personas en situación de vulnerabilidad a través de la cultura». Sí, ya lo conocía. Profundizaré más sobre él dedicándoles un artículo en las próximas semanas.

Pero creo que se puede hacer más. No sé cómo aún.

Entrevistando la semana pasada a Tortell Poltrona, me di cuenta que la ONG ‘Payasos Sin Fronteras’ une también estos dos mundos. Los profesionales que colaboran con esta entidad viajan a lugares del mundo inhóspitos, donde la gente lucha por sobrevivir día a día, para hacerles reír. Tal y como me explicaba Tortell: «llevan vida y felicidad a lugares donde no tienen nada» y, para ellos, eso es algo único. Ver actuar a los Payasos es el mejor regalo que nadie les podría hacer.

Seguro que hay muchas más iniciativas que unen ambos ámbitos. Intentaré descubrirlas y hablaros sobre ellas en esta sección, a la vez que intentaré compartir con vosotr@s diferentes noticias o iniciativas del mundo social que me inquieten y considere relevantes. Espero que os interese! Gracias por estar!


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