Renacimiento

Últimamente voy a parar a diferentes textos y conversaciones sobre el “renacimiento”. Dicen que siempre es un buen momento para renacer, para empezar de cero. Actualmente estamos en una época ideal para hacerlo por todos los cambios sociales que estamos viviendo.

A principios del pasado mes de septiembre, en una especie de retiro personal que me autoinventé, realicé una lectura de guías con Fuensanta Campos. Fue una experiencia maravillosa. Una de las cosas que me recomendaron fue que hiciera un pequeño ritual de renacimiento para presentar al mundo a “mi nuevo yo”.

Sentí que ese ritual era un regalo que debía compartir pues puede resultar de utilidad a todo aquel que sienta que esté en época de cambios y que necesite, de alguna manera, comenzar de cero.

Es evidente que siempre tendremos con nosotros todo aquello que hemos vivido y aprendido. Pero lo podemos colocar en un lugar donde no pese. Siempre podemos empezar de cero, partiendo de una base repleta de experiencias enriquecedoras y aprendizajes vitales.

Ritual de renacimiento

Cuando un bebé viene a este mundo, los padres deberían presentarlo a la Tierra para que le de todo aquello que necesite, pues de lo contrario nos sentimos desarraigados. Las tribus indígenas lo hacían, mostraban al recién nacido a Madre Tierra y se hacían uno con la naturaleza, comprometiéndose a su cuidado, abriéndose a recibir sus bienes.

¿Recordáis la imagen de El Rey Leon en la que Simba es presentado ante todos mientras suena ‘Circle of Life’? Pues algo similar se debería hacer con los bebés. Sus padres deberían alzarlo en alto, presentándolo ante la Tierra para que sea acogido por ella y para que conecte con su fuerza y su esencia.

Aunque no hayamos vivido este ritual nada más nacer, siempre es un buen momento para hacerlo. Se puede proceder de la siguiente manera, siendo lo ideal realizarlo en plena naturaleza:

Te presentas descalzo/descalza en la Tierra y dices a todos los seres de luz que habitan en ella que estás ahí. Pronuncias en voz alta tu nombre completo, tu fecha de nacimiento, y pides que desde ese momento te ayuden a caminar por la vida en la Tierra de la mejor manera posible, comprometiéndote a cambio a colaborar con ella en todo lo posible.

Se trata de hacer una pequeña meditación en ese momento. Bien tumbado en la tierra, bien sentado, agradeciendo lo vivido y con entusiasmo ante todo lo que está por llegar. Es importante en ese momento a la abundancia en todos los aspectos de la vida y a recibir todo aquello que merecemos. Con el compromiso también de cuidar y respetar a todos los seres que habitan junto a nosotr@s.

En ocasiones, andamos perdidos porque no estamos conectados con la Tierra, De esta manera también nos sentiremos más acogidos por los árboles, la luz, el sol… Y seremos más conscientes sobre nuestra capacidad para ayudar a la naturaleza y cuidarla con los pequeños actos del día a día.

¿Por qué y para qué renacer?

Puede pareceros una nimiedad, pero siempre es positivo decidir dar un nuevo enfoque a nuestra vida, cambiar la percepción que tenemos sobre ella y sobre todo aquello que nos pasa.

En ocasiones nuestras vivencias nos bloquean y no somos capaces de encontrar una salida a ciertas situaciones. De golpe, todo se desencadena como por arte de magia y podemos sentirnos perdidos y no encontrar el sentido de las cosas. Es desde esta profundidad, y desde esta oscuridad, donde podemos decidir empezar de cero y dar un revolcón completo a nuestra vida. Empezar a vivirla de otra manera, disfrutándola, tratando de aprender de cualquier experiencia, tanto aquellas que catalogamos como «buenas» como a las que les ponemos la etiquetas de «malas».

La vida está repleta de cambios y siempre es positivo cambiar, evolucionar y mejorar porque nos lleva a otros lugares que creíamos inimaginables. Aunque nos aferremos a lo conocido y a «lo viejo», lanzarse al vacío y descubrir lo nuevo que la vida tiene por ofrecernos puede resultar un viaje fascinante. Lo importante es hacerlo con absoluta confianza, tanto en uno mismo, como en el Universo, teniendo la certeza que, si nosotr@s vamos a nuestro favor, el Universo también lo hará.

Siempre es posible transformarse. Transformándonos nosotros, cambiamos lo que ocurre a nuestro alrededor: las personas y las experiencias que atraemos.

Quizás en este momento no lo necesitéis pero, si fuera el caso, os invito a renacer y a probar este simple ritual que puede marcar un punto de inflexión en vuestras vidas. En la mía, lo hizo.

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