Siempre me han fascinado los «intercambios de musicales» entre el West End y Broadway. Unos se estrenan en una ciudad, otros en la otra, algunos de ellos pasan de una a la otra y otros pocos se representan en paralelo en las dos durante varios años. Algunos funcionan más en una ciudad que en otra; depende de muchos factores; otros funcionan por igual en las dos; y otros, por mucho que lo intenten, no funcionan en ninguna.
Yo me siento más cercana por varios motivos con el West End de Londres, pero reconozco que en Broadway arriesgan un poco más. Diría que allí son más modernos e innovadores, quizás porque el público también lo demanda. Aunque Londres sorprende también en ocasiones por sus giros inesperados; como el reciente revival de COMPANY dirigido por Marianne Elliott que tanto nos fascinó a muchos.
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