seguir a nuestro corazón

Uno de mis «lemas» vitales es «sigue a tu corazón». De hecho tengo un cuadro colgado en el pasillo de entrada a mi habitación con esta frase: «Follow Your Heart». Sé que muchas personas opinan que hay que ser más «racionales» y que no se pueden tomar las decisiones sin pensarlas bien. Estoy de acuerdo, se tienen que meditar, no es necesario ser visceral y actuar sin reflexionar ni un instante. Pero nuestro corazón siempre nos hará tomar la decisión que «nos acerque más a nosotros», la que nos hace ser más auténticos.

La autenticidad es difícil de alcanzar. A principios de año me propuse como objetivo principal «Ser Auténtica». Y no es fácil. No es fácil porque implica expresar «tu verdad» y eso conlleva que, a veces, esa verdad no guste a las personas que queremos. Con lo cual, les decepcionas, con lo cual, puede llevar a que se alejen de ti. Por eso, a menudo tenemos miedo de expresar «nuestra verdad» y es más fácil «ir tirando» y seguir con las máscaras que ya nos hemos acostumbrado a llevar.

Cuando tenemos que tomar una decisión complicada creo que, en el fondo, sabemos totalmente qué es lo que queremos hacer, pero tenemos miedo. No nos damos cuenta que siempre, lo más fácil es seguir a nuestro corazón.

La razón y el corazón hablan a veces idiomas diferentes

Por ejemplo, hace unos días, hablando con una conocida, me explicaba que le habían ofrecido un trabajo a priori muy interesante que le permitía tener un alto salario fijo durante una larga temporada y una posición más que atractiva pero, mientras me lo contaba, no hacía más que poner «peros» a la oferta: «es que tendré que madrugar mucho cada día, es que entonces no podré hacer otras cosas, es que no me apetece en exceso hacerlo…» Es decir, dudaba sobre qué decisión tomar. Estaba claro que «la razón» le llevaba a aceptar la oferta, pero el corazón no tenía ninguna duda de que no quería hacerlo. ¿Qué habrá escogido? No lo sé.

Situaciones cómo ésta no son fáciles de resolver. En todo caso, si finalmente decidiera aceptar aquello que su «razón» le aconseja, estaría bien que su corazón la aceptara también y que amara el nuevo proyecto laboral que ha decidido emprender. De lo contrario, lo pasará mal trabajando en algo que no le gusta.

Sí, lo sé, la mayoría de personas actualmente no soportan sus trabajos. Están esperando desesperadamente las vacaciones, los días de fiesta, la hora de finalizar la jornada… Lo ideal sería que todos trabajáramos en aquello que nos apasiona. O, si no, que consiguiéramos amar nuestros trabajos. En fin… algún día llegará.

Me aventuro a decir que, en líneas generales, no estamos acostumbrados a seguir a nuestro corazón porque, desde pequeños, nos han enseñado a ser racionales (como mínimo a mí): a estudiar una carrera aunque no lo vieras claro, a tener un trabajo estable, a complacer a todo el mundo, a callar, a no saltarse las normas…

Pero no hay nada más maravilloso que emprender el camino del auto-conocimiento y atreverse a descubrir quiénes somos realmente. Y eso tan sólo lo podemos hacer escuchando a nuestro corazón.


>> #FollowYourHeart A veces el inconsciente nos juega malas pasadas…